Realizar servicios de mantenimiento programado siguiendo los estándares establecidos, garantizando calidad y rapidez.
Solicitar con anticipación las refacciones necesarias para evitar retrasos en el servicio.
Reportar al responsable si el vehículo requiere reparaciones adicionales, para su revisión y autorización del cliente.
Llenar la hoja de revisión general, indicando futuras necesidades del vehículo y anexarla a la orden de trabajo.
Verificar que se mantengan las protecciones en volante, asientos y tapetes durante el servicio para cuidar la unidad.
Colocar la etiqueta del próximo servicio en el vehículo como recordatorio para el cliente.
Entregar las piezas reemplazadas (excepto residuos peligrosos) en una bolsa colocada en la cajuela del auto.
Hacer buen uso del equipo y herramientas asignadas, asegurando su mantenimiento y disponibilidad.
Cumplir con los tiempos asignados para cada servicio, evitando retrasos en la entrega al cliente.
Usar el uniforme completo y equipo de protección (guantes, lentes, calzado) para garantizar la seguridad en el área de trabajo.